A la hora de contratar un seguro, es posible que la aseguradora o la correduría de seguros nos realice un cuestionario de salud. Es un trámite para evaluar el riesgo que comporta la operación de que se trate, pero es un paso importante para poder formalizar la contratación del seguro.

¿Qué es y para qué sirve el cuestionario de salud?

Hablamos de las declaraciones firmadas que deben presentarse junto con la solicitud de un seguro. Deberá contar con la firma del asegurado y del tomador, e incluir información sobre el estado de salud y hábitos de las personas que quieran asegurarse.

Es la base del futuro contrato, ya que contiene información que permite evaluar el riesgo.

Con la información que se obtenga a través del cuestionario de salud, la aseguradora decidirá si el riesgo de formalizar el contrato es normal o agravado. Dependiendo del riesgo, se podría proponer una sobreprima, una reducción de la duración del seguro, un plazo de carencia o una reducción del capital asegurado.

Tipo de información necesaria

Cada aseguradora elabora su propio cuestionario de salud, en general se solicita:

Datos personales y los de cualquier persona que queramos incluir en la póliza (nombre y apellidos, DNI, fecha de nacimien, etc).

-Información sobre nuestra afiliación a la seguridad social.

-Datos sobre nuestro trabajo

-Si contamos con alguna pensión de invalidez.

-Información sobre las operaciones quirúrgicas a las que nos hayamos sometido y sobre las enfermedades y accidentes que hayamos podido sufrir.

¿Por qué es importante?

El cuestionario de salud de un seguro es algo parecido a la presentación de nuestra nómina y nuestras declaraciones de la renta para solicitar una hipoteca o cualquier tipo de préstamo. Sirve para que la aseguradora o correduría conozca y pueda evaluar el riesgo que comporta la operación.

Es importante no mentir en el cuestionario de salud de un seguro médico, ya que la aseguradora podría acusarnos de fraude o de intento de fraude.

En resumen, el cuestionario de salud es un paso previo imprescindible y necesario para que la aseguradora pueda realizar una valoración del riesgo.